martes, 21 de mayo de 2013

SIERRA DEL MOLINO (CALASPARRA)

SIERRA DEL MOLINO (CALASPARRA)

Fecha: 19-5-13

Si he de ser sincero, nunca me había llamado la atención la Sierra del Molino. Siempre que he andado por esta zona, he preferido subir a otras montañas más conocidas como el Almorchón de Cieza, o hacer la Cresta de la Sierra de la Palera o meternos en el cañón de Almadenes. La verdad que no se el porque. Sin embargo, he descubierto una montaña muy interesante. Con sus 827 metros, la sierra del Molino se eleva sobre la planicie del Cagitán por un lado y sobre el río Segura y sus campos de arroz por el otro de manera altiva. Lástima que sufriera un tremendo incendio en septiembre de 2010 que arrasó tanto la Sierra del Molino, como la de la Albarda y La Palera y con los antecedentes de otro devastador incendio allá por el año 1991, del que se empezaba a recuperar.
Pero esta sierra no solo tiene importantes aspectos paisajísticos sino también humanos y culturales. En sus faldas se encuentran numerosos yacimientos que desde la Prehistoria han ido ocupando estos lugares con multitud de restos neolíticos, ibéricos, romanos y árabes.
Siempre lo he dicho; todavía nos quedan por conocer muchos lugares del sitio que ya conocemos.
Entrando en materia, la excursión que hemos hecho con el CUMM (Club Universitario de Montaña de Murcia), ha sido una circular de casi veinte kilómetros de longitud por un terreno bastante difícil de progresar ya que la mayor parte del recorrido es monte a través. Esta excursión fue idea de Fina Nicolas, si bien, aunque tenía como objetivo al principio subir también la Sierra de la Palera cruzando previamente el río Quipar esto no fue posible. Una cosa es diseñar una ruta sobre el mapa y otra hacerla realmente sobre el terreno, porque esta última te pone en tu sitio. Con que ambición se devora un mapa y con que resignación se acepta la realidad.
Para llegar a la Sierra del Molino, llegamos a Cieza y desde allí nos dirigimos a Mula y posteriormente a la desviación hacia  la presa de Almadenes y el embalse de Alfonso XIII. Nos dirigimos a esta última y nada más pasar los túneles situados en la coronación de la presa, dejamos los coches justo antes de una clara curva a izquierdas, para coger una senda que sale unos veinte metros antes de un marcado carril.


La verdad es que esta senda fue un pequeño descubrimiento ya que pensábamos subir por la pista. La senda comienza a ganar altura elegantemente por un pequeño barranco que nos situará cerca de la cresta de la Sierra de la Albarda justo hasta alcanzar de nuevo una pista que va serpenteando por la parte de arriba. La Sierra de la Albarda bien pudiera ser un apéndice de la Sierra del Molino aunque tiene categoría de sierra independiente debido a un pequeño collado que la separa del Molino.




Una vez llegados a la Sierra de la Albarda se avanza hacia el oeste por la divisoria en busca de nuestro primer objetivo importante,  El Molino. Todo el trayecto esta jalonado de la típica vegetación post incendio. Como el avance se hace lento debido a la maleza, ramas secas, arbustos, etc; intentamos coger la cresta para avanzar por roca hasta llegar a la parte de arriba. De allí nos dirigimos a unas paredes anaranjadas para buscar un estrecho corredor, que en fuerte subida nos deja en la misma cumbre.


 Visión general de la subida desde la subida por la Sierra de la Albarda y la vuelta por el río Segura



Vamos ganando altura y ya se observa el embalse de Alfonso XIII en el río Quipar.


Avance por la cresta.


Subida por el corredor para acceder a la cumbre.


Llegando a la cumbre.

Desde la cumbre, unas vistas inmejorables. Necesitaría tres o cuatro páginas para enumerarlas todas, pero a bote pronto me llamó la atención la nieve que había en el Calar del Mundo y el Mentiras (y estamos a 19 de mayo). Toda la Sierra de la Cabeza del Asno y su famoso Glacis que es un accidente geográfico producido por la erosión de un cono de deyección que derivará en un futuro en los llamados Bad Lands. Todas las sierras del Altiplano, las de Cieza, Sierra Espuña y Ricote, etc. Aquí, nuestro amigo Joaquín Leal y sus impagables prismáticos, nos ayudan a reconocer una a una todas las sierras.



Para la bajada hay que estar atentos al relieve del terreno para buscar el descenso más cómodo. Si miramos en dirección norte veremos una pista que bordea el Molino a media altura y más abajo otra pista de color blanquecino que remonta el barranco de Revolcadores y que viene desde Calasparra. A esta última debemos llegar. Recuerdo que cuando preparamos la excursión no elegimos la mejor opción y nos vimos enfrascados en un huerto; pero para eso están las exploraciones, para buscar el mejor acceso cuando se va a venir una segunda vez. La clave está en no avanzar mucho por la cresta en dirección oeste (unos cincuenta  metros), para coger en seguida la ladera en sentido descendente y llegar a la primera pista. Ya en la pista bajar por ella unos cincuenta metros y de nuevo "atrochar" si es que existe esa palabra o es un invento de Fina, por la ladera buscando una pequeña cresta de roca para bajar después a la pista principal.

Aunque la foto no es muy aclaratoria si nos da una idea de por donde va la bajada.



Al llegar a la pista nos dirigiremos en dirección este, hacia el río Segura, por un sendero al que debemos estar atentos para no perderlo ya que está bastante cubierto de esparto. Tomaremos como referencia el río y una gran explanada que sirve de aparcamiento para los coches que pretenden visitar la Cueva de los Monigotes o el Abrigo del Pozo.

El Abrigo del Pozo ha sido rehabilitado recientemente por el Ayuntamiento de Calasparra; de hecho, tuvimos el honor de ser el primer grupo que visitaba la cueva como visita organizada. Se ha construido una pasarela de madera peatonal colgada sobre el río Segura al más puro estilo de la Cerrada de Elías en Cazorla.




Después de la visita a la cueva avanzamos por el carril hasta una bifurcación. Cogemos el carril de la derecha que pronto se convertirá en un bonito sendero conocido como la Senda de los Estraperlistas que viene marcado como GR. La senda va paralela al río Segura descubriéndonos imponentes vistas sobre los cortados del río. Pasaremos por un par de cabañas artesanales, una de ellas en relativo buen estado.

Al fondo, el Cañón de Almadenes y la casa de la Maestra.


Miembros del CUMM (Club Universitario de Montaña de Murcia), en una de las cabañas.


La senda finaliza en la confluencia entre el Segura y el Quipar. Si bien hay opciones de vadear el río para proseguir la marcha (siempre que no haya mucha agua y la vegetación no lo impida), nosotros optamos por retroceder un poco por la senda para llegar a un pequeño llano y enfilar de nuevo "atrochando" la falda de la Sierra de la Albarda para volver a situarnos encima de ella, más o menos cerca del Cañón del Quipar con unas vistas magníficas de la presa.




Después de recuperar el aliento, ya que la subida es bastante complicada por la vegetación, remontamos un poco la cuerda para avanzar sobre ella en dirección hacia el Molino hasta alcanzar (hay que estar atentos para verla ya que está a media ladera) la pista que habíamos cogido a la subida de la excursión y desde allí recuperar el sendero (tomaremos como punto de referencia un enorme pino seco tumbado).


En fin, una excursión muy montañera. No recomendable en épocas de calor. Tuvimos suerte, porque cuando la preparamos a principios de abril nos hizo bastante calor y pensabamos que para mayo podría ser aquello una caldera. Al final, aprovechamos una "ventana de buen tiempo", es decir, no hacia calor, para disfrutar de esta bonita ruta.

Distancia: 20 kilómetros.
Desnivel: 900 metros.
Duración: 7 horas y media.
Track: si.

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