martes, 6 de enero de 2015

PICÓN DE GOR

Picón de Gor (por el barranco de la Fuenfría y bajada por el Cortijo de los Corvos)

4 - 1 - 2015

La Sierra de Baza siempre merece alguna visita anual. La mejor época, en mi opinión, es el otoño,  o las soledades del invierno, pero cualquiera de ella merece la pena (salvo el verano claro).
Con alturas superiores a 2.200 metros, es la cadena montañosa más alta después de Sierra Nevada y la Sagra.
Una sierra solitaria, dura, recia, un poco melancólica si acaso. Con pinares de repoblación desde los años sesenta. Con la existencia de manchas de pino silvestre o albar en las alturas y con la no menos presencia de actividades humanas relacionadas con la minería en forma de aldeas y minas abandonadas como las de Santa Olaya, Los Mellizos, Fábrica de Pardo, etc.
Esta ruta la diseñamos cogiendo cosas de aquí y de allá. La parte de ascenso la conocíamos, la de descenso no, así que echamos mano de la imprescindible  web de Montañas del Sur, de nuestro amigo Jose Antonio Pastor.

Vistas del puente de la autovía sobre el río Gor y los Bad Lands (Tierras Malas) de Guadix, desde la cumbre del Picón de Gor a 2158 m.



Comenzamos la ruta en la Venta Vicario, justo al lado de la A-92. Buscamos la salida del recinto vallado por una pista asfaltada que nos baja a la Rambla de Baúl y comenzamos a remontarla. La pista cruza la rambla hasta dieciocho veces (más o menos). Recuerdo que hice esta ruta hace ocho años y recuerdo precisamente que bajaba agua por el cauce de la misma. Ahora estaba seco, no se si por la sequía o porque hay una acequia aguas arriba de la rambla que recoge el agua y se la lleva no se hacia donde.
La mañana es fría, el suelo está escarchado y vamos ascendiendo cara al sol lo que nos vela un poco lo que son las nortes de la Sierra de Baza. Intuimos manchas de nieve en las umbrías y laderas descarnadas en las solanas. Las fotos aquí salen bastante mal; estos cambios de luz tan bruscos o te velan la foto o sale muy oscura.

Llegando a la Fábrica de Pardo (antigua fundición de plomo), lugar que recordaba más húmedo y verde la otra vez que pasamos por aquí por las mismas fechas. 



Cruzamos el arroyuelo en busca del Barranco de la Fonfría por encima de unos troncos. Aquí también recuerdo que en su día había un puentecillo. Nos enteramos en la bajada, cuando coincidimos con el propietario del Cortijo de los Corvos que una crecida se lo llevo hace un par de años.


Ya situados en el Barranco de la Fonfría, primero por el eje del mismo y después por su lado derecho (en subida), comenzamos a introducirnos en un agradable bosque de pino de repoblación y arces. Siguiendo unas marcas verdes y blancas y algún que otro hito llegaremos al Pino de la Señora, majestuoso ejemplar de pino laricio de unos 300 años de antiguedad y con la típica oquedad de los pinos pegueros, donde sacaban la resina y la brea.


Desde aquí ya no hay senda.  Dependiendo a donde se vaya se puede ir derivando la marcha en varias direcciones. Si nos dirigimos hacia los Prados del Rey para hacer el Santa Barbara o el Boleta conviene ir derivando la ascensión hacia nuestra izquierda. Si nos vamos en dirección al Collado Resinero, pues derivamos la marcha hacia nuestra derecha. La idea fundamental es acceder a la pista que circula por la parte de arriba. 
Una vez en la pista, y con bastante nieve, nos dirigimos al Collado Resinero desde donde se alcanza la cumbre del Picón de una manera muy cómoda.

Picón de Gor.




Vistas del Barranco de la Fuenfría, por donde hemos subido.


Collado Resinero.


En la cumbre, el día era sorprendéntemente apacible. No hacía nada de viento, se podía estar horas en la cima disfrutando de las infinitas miradas que desde allí tenemos.



Bajando de la cumbre, con el Alhorí  (Sierra Nevada) al fondo.



Para bajar, nos dirigiremos en dirección norte por la loma en busca del Cerro de la Risca Colorada, donde nos resituaremos para decidir la mejor opción de bajada.


Camino de la Risca Colorada.


Desde este Cerro veremos una pista que viene hacia las minas de las Corominas. Ese será nuestro objetivo aunque durante este descenso deberemos negociar la mejor forma de bajar entre rocas, repisas y arbustos todo tapizado con nieve, hasta  llegar al pinar de repoblación donde el camino ya es un poco más cómodo. Desde esa pista volveremos a reubicarnos para buscar la mejor forma de bajada hacia el Cortijo de los Corvos, que lo tendremos también como referencia. 

Ciervos durante el descenso hacia el Cortijo de los Corvos.


Desde el Cortijo, seguiremos  por la Solana Seguidillas también  monte a través hasta alcanzar una pista que nos lleva irremediablemente hasta la Venta Vicario. Y ahora sí, un vistazo hacia atrás y podemos disfrutar del enorme pateo con una imagen más clara de las nortes que por la mañana no habíamos podido contemplar.

Track: si.
Distancia: 20 kilómetros y 900 metros de desnivel.
Duración: seis horas y media.