lunes, 27 de mayo de 2013

CERRO DEL CASTELLAR - PINTURAS RUPESTRES DE NERPIO

CERRO DEL CASTELLAR (Murcia) - PINTURAS RUPESTRES DE NERPIO (Torcal de las Bojadillas - Solana de las Covachas).

Fecha: 27/5/13

El arte rupestre del arco mediterráneo fue declarado Patrimonio  Cultural de la Humanidad allá por el año 1998 y Nerpio es, sin duda alguna, su máximo exponente, ya que es el núcleo más importante en cuanto a la cantidad y calidad de los yacimientos encontrados.
El Torcal de las Bojadillas y la Solana de las Covachas se encuentran prácticamente en el límite territorial entre Albacete y Murcia. Las cuevas, encaramadas sobre el Arroyo Blanco y el Arroyo Tercero ofrecen unas vistas espectaculares del interior de la Región de Murcia y de Albacete. Rodeados por los imponentes Villafuerte, Revolcadores y Las Cabras, la primavera rebosa en su máximo esplendor con multitud de colores y tonalidades que ofrecen un paisaje de ensueño para los visitantes.
Comenzamos la excursión en el límite provincial entre Murcia y Albacete, en la carretera que va desde El Sabinar a Nerpio, justo en una explanada que hay a nuestra izquierda un poco antes de llegar a los carteles provinciales. Nuestra primera visita será a las Pinturas Rupestres. Avanzaremos por un carril entre campos de cebada jalonados por amapolas y otras flores primaverales que mi poco conocimiento botánico me hacen sentir un completo neófito en estos temas.





Empezamos a ver impresionantes sabinas por el camino con un porte arbóreo extraordinario.




Llegamos a las Pinturas Rupestres, justo en el límite territorial entre Murcia y Albacete. La zona esta vallada por lo que hay que concertar un visita al ayuntamiento de Nerpio para poder acceder a ellas.


El Cerro del Castellar (1.379 m) a nuestras espaldas. Lugar al que tendremos que dirigirnos posteriormente



Alguna de las pinturas rupestres de la Solana de las Covachas.


Vistas del valle del Arroyo Blanco y de la Rogativa desde la Solana de las Covachas.



Una vez visitadas las pinturas retrocederemos por la cresta para llegar a la carretera asfaltada que sube a la Ermita de la Rogativa. Una vez hayamos bajado a la carretera avanzaremos por ella unos cien metros para estar atentos a la salida de una pista que a nuestra izquierda, comenzará a remontar en diferentes lazadas las primeras rampas del Cerro del Castellar.



La pista gana rápidamente altura y se sitúa justo encima de unos campos de labor que anteceden al esfuerzo final para llegar a la cumbre. De nuevo, unos paisajes maravillosos, entre sabinares, amapolas, plantas aromáticas, pinares.


En la cumbre, las vistas habituales de estos contornos. 


Calar de la Santa.



La Sierra de Villafuerte detrás del guía de la excursión, Joaquin Leal.


Y muchas más que por espacio y tiempo se nos haría eterno enumerarlas.

Hasta la subida al Cerro del Castellar, el día había acompañado. Si bien, al empezar había algo de niebla,  a mediodía comenzó a despejar y a salir el sol. Pero un sol de esos que pica, que simplemente nos quería avanzar  lo que se podía avecinar cara a la tarde.
Para continuar la excursión deshacemos el camino andado hasta la carretera asfaltada y seguimos descendiendo por ella para abandonarla en el primer carril que nos sale a nuestra derecha con el objeto de bajar al Arroyo Blanco.

De nuevo, impresionantes campos de flores primaverales.


El sol empezaba a hacer de las suyas.



Llegando ya al cauce del Arroyo Blanco.


Una vez en el arroyo, continuaremos la marcha alternando una orilla y otra hasta situarnos cerca de la cola de la presa del Taibilla donde el remanso del embalse nos obliga a ascender un poco por el lado izquierdo de la marcha para alcanzar el puente sobre la carretera que va a Nerpio. Un poco más arriba, en el mirador que hay sobre el embalse nos espera el autobús, justo en el momento en que una tormenta comienza a batirse sobre nosotros.

Los mismos paraguas que antes nos protegían del sol ahora lo hacen de la lluvia.



Vistas del embalse del Taibilla.


Vista de la cola del embalse. Por el fondo es por donde vinimos.



Ni que decir tiene lo que significa el Taibilla para las gentes de nuestra Región. La Mancomunidad de los Canales del Taibilla fue creada hacia el año 1930 con el objeto de abastecer de agua potable aquellas zonas de la región azotadas por la carestía de este elemento. Algunos recordamos de nuestros padres y abuelos aquello que se decía de que en la zona del Campo de Cartagena se bebía un agua mucho más buena que la de Murcia. Hoy en día, este agua esta mezclada con agua del Trasvase Tajo Segura por lo que ha perdido parte de su antigua calidad. 
Por eso, cuando andemos por esta zona, simplemente cerremos los ojos un momento y pensemos que desde aquellos antepasados que pintaban las cuevas hasta nuestro días y que bebían de esa agua, de esa agua que ha discurrido por esos arroyos, ha servido y servirá como lazo de unión intemporal entre ellos y nosotros.

LONGITUD: 15,5 kilómetros.
DESNIVEL: 400 metros.
DURACIÓN: siete horas (con muchas paradas).
TRACK: si.

martes, 21 de mayo de 2013

SIERRA DEL MOLINO (CALASPARRA)

SIERRA DEL MOLINO (CALASPARRA)

Fecha: 19-5-13

Si he de ser sincero, nunca me había llamado la atención la Sierra del Molino. Siempre que he andado por esta zona, he preferido subir a otras montañas más conocidas como el Almorchón de Cieza, o hacer la Cresta de la Sierra de la Palera o meternos en el cañón de Almadenes. La verdad que no se el porque. Sin embargo, he descubierto una montaña muy interesante. Con sus 827 metros, la sierra del Molino se eleva sobre la planicie del Cagitán por un lado y sobre el río Segura y sus campos de arroz por el otro de manera altiva. Lástima que sufriera un tremendo incendio en septiembre de 2010 que arrasó tanto la Sierra del Molino, como la de la Albarda y La Palera y con los antecedentes de otro devastador incendio allá por el año 1991, del que se empezaba a recuperar.
Pero esta sierra no solo tiene importantes aspectos paisajísticos sino también humanos y culturales. En sus faldas se encuentran numerosos yacimientos que desde la Prehistoria han ido ocupando estos lugares con multitud de restos neolíticos, ibéricos, romanos y árabes.
Siempre lo he dicho; todavía nos quedan por conocer muchos lugares del sitio que ya conocemos.
Entrando en materia, la excursión que hemos hecho con el CUMM (Club Universitario de Montaña de Murcia), ha sido una circular de casi veinte kilómetros de longitud por un terreno bastante difícil de progresar ya que la mayor parte del recorrido es monte a través. Esta excursión fue idea de Fina Nicolas, si bien, aunque tenía como objetivo al principio subir también la Sierra de la Palera cruzando previamente el río Quipar esto no fue posible. Una cosa es diseñar una ruta sobre el mapa y otra hacerla realmente sobre el terreno, porque esta última te pone en tu sitio. Con que ambición se devora un mapa y con que resignación se acepta la realidad.
Para llegar a la Sierra del Molino, llegamos a Cieza y desde allí nos dirigimos a Mula y posteriormente a la desviación hacia  la presa de Almadenes y el embalse de Alfonso XIII. Nos dirigimos a esta última y nada más pasar los túneles situados en la coronación de la presa, dejamos los coches justo antes de una clara curva a izquierdas, para coger una senda que sale unos veinte metros antes de un marcado carril.


La verdad es que esta senda fue un pequeño descubrimiento ya que pensábamos subir por la pista. La senda comienza a ganar altura elegantemente por un pequeño barranco que nos situará cerca de la cresta de la Sierra de la Albarda justo hasta alcanzar de nuevo una pista que va serpenteando por la parte de arriba. La Sierra de la Albarda bien pudiera ser un apéndice de la Sierra del Molino aunque tiene categoría de sierra independiente debido a un pequeño collado que la separa del Molino.




Una vez llegados a la Sierra de la Albarda se avanza hacia el oeste por la divisoria en busca de nuestro primer objetivo importante,  El Molino. Todo el trayecto esta jalonado de la típica vegetación post incendio. Como el avance se hace lento debido a la maleza, ramas secas, arbustos, etc; intentamos coger la cresta para avanzar por roca hasta llegar a la parte de arriba. De allí nos dirigimos a unas paredes anaranjadas para buscar un estrecho corredor, que en fuerte subida nos deja en la misma cumbre.


 Visión general de la subida desde la subida por la Sierra de la Albarda y la vuelta por el río Segura



Vamos ganando altura y ya se observa el embalse de Alfonso XIII en el río Quipar.


Avance por la cresta.


Subida por el corredor para acceder a la cumbre.


Llegando a la cumbre.

Desde la cumbre, unas vistas inmejorables. Necesitaría tres o cuatro páginas para enumerarlas todas, pero a bote pronto me llamó la atención la nieve que había en el Calar del Mundo y el Mentiras (y estamos a 19 de mayo). Toda la Sierra de la Cabeza del Asno y su famoso Glacis que es un accidente geográfico producido por la erosión de un cono de deyección que derivará en un futuro en los llamados Bad Lands. Todas las sierras del Altiplano, las de Cieza, Sierra Espuña y Ricote, etc. Aquí, nuestro amigo Joaquín Leal y sus impagables prismáticos, nos ayudan a reconocer una a una todas las sierras.



Para la bajada hay que estar atentos al relieve del terreno para buscar el descenso más cómodo. Si miramos en dirección norte veremos una pista que bordea el Molino a media altura y más abajo otra pista de color blanquecino que remonta el barranco de Revolcadores y que viene desde Calasparra. A esta última debemos llegar. Recuerdo que cuando preparamos la excursión no elegimos la mejor opción y nos vimos enfrascados en un huerto; pero para eso están las exploraciones, para buscar el mejor acceso cuando se va a venir una segunda vez. La clave está en no avanzar mucho por la cresta en dirección oeste (unos cincuenta  metros), para coger en seguida la ladera en sentido descendente y llegar a la primera pista. Ya en la pista bajar por ella unos cincuenta metros y de nuevo "atrochar" si es que existe esa palabra o es un invento de Fina, por la ladera buscando una pequeña cresta de roca para bajar después a la pista principal.

Aunque la foto no es muy aclaratoria si nos da una idea de por donde va la bajada.



Al llegar a la pista nos dirigiremos en dirección este, hacia el río Segura, por un sendero al que debemos estar atentos para no perderlo ya que está bastante cubierto de esparto. Tomaremos como referencia el río y una gran explanada que sirve de aparcamiento para los coches que pretenden visitar la Cueva de los Monigotes o el Abrigo del Pozo.

El Abrigo del Pozo ha sido rehabilitado recientemente por el Ayuntamiento de Calasparra; de hecho, tuvimos el honor de ser el primer grupo que visitaba la cueva como visita organizada. Se ha construido una pasarela de madera peatonal colgada sobre el río Segura al más puro estilo de la Cerrada de Elías en Cazorla.




Después de la visita a la cueva avanzamos por el carril hasta una bifurcación. Cogemos el carril de la derecha que pronto se convertirá en un bonito sendero conocido como la Senda de los Estraperlistas que viene marcado como GR. La senda va paralela al río Segura descubriéndonos imponentes vistas sobre los cortados del río. Pasaremos por un par de cabañas artesanales, una de ellas en relativo buen estado.

Al fondo, el Cañón de Almadenes y la casa de la Maestra.


Miembros del CUMM (Club Universitario de Montaña de Murcia), en una de las cabañas.


La senda finaliza en la confluencia entre el Segura y el Quipar. Si bien hay opciones de vadear el río para proseguir la marcha (siempre que no haya mucha agua y la vegetación no lo impida), nosotros optamos por retroceder un poco por la senda para llegar a un pequeño llano y enfilar de nuevo "atrochando" la falda de la Sierra de la Albarda para volver a situarnos encima de ella, más o menos cerca del Cañón del Quipar con unas vistas magníficas de la presa.




Después de recuperar el aliento, ya que la subida es bastante complicada por la vegetación, remontamos un poco la cuerda para avanzar sobre ella en dirección hacia el Molino hasta alcanzar (hay que estar atentos para verla ya que está a media ladera) la pista que habíamos cogido a la subida de la excursión y desde allí recuperar el sendero (tomaremos como punto de referencia un enorme pino seco tumbado).


En fin, una excursión muy montañera. No recomendable en épocas de calor. Tuvimos suerte, porque cuando la preparamos a principios de abril nos hizo bastante calor y pensabamos que para mayo podría ser aquello una caldera. Al final, aprovechamos una "ventana de buen tiempo", es decir, no hacia calor, para disfrutar de esta bonita ruta.

Distancia: 20 kilómetros.
Desnivel: 900 metros.
Duración: 7 horas y media.
Track: si.

lunes, 13 de mayo de 2013

RIO GUADALENTIN - VADO CARRETAS

RIO GUADALENTÍN

Fecha: 5-5-13

Siempre me ha resultado gracioso que las veces que he ido  a andar por el río Guadalentín o alrededores, en Cazorla, algunos de los amigos o grupos con los que he ido, me planteen la duda si es el río Guadalentín que pasa por Lorca y que cuando llega a Murcia se le conoce como el Reguerón. Desde luego me quedo sorprendido. Si esto fuera así, se acababa la sequía en la cuenca del Segura. Al principio respondo con una sonrisa y posteriormente con una explicación convincente, pero para mis adentros me pregunto muchas veces si la gente generalmente sabe de donde viene y si sabe a donde va.
El rió Guadalentín esta contemplado como zona de máxima protección medioambiental dentro del parque de Cazorla, Segura y las Villas. Posiblemente cada vez restrinjan más los accesos y nos sea imposible algún día visitarlo, cosa que jamás entenderé, sobre todo a los que practicamos montañismo desde hace muchos años y que, indudablemente, somos los más interesados en su conservación.
La ruta comienza, como tantas otras por esta zona, en la cola del Embalse de la Bolera, en el archiconocido Cortijo de los Llanos del Molino y no del Molinillo, como así nos lo hizo saber su dueño, Diego. Nos contó que antiguamente había, antes de que hicieran el embalse, un molinillo y una pequeña fábrica de luz justo en el cauce del Guadalentín pero que quedo anegado una vez entro en funcionamiento dicha presa. 
Empezamos a andar por la pista balizada que sale desde la parte de atrás del cortijo obviando una desviación a nuestra izquierda que nos lleva hacia el Calar de Juana.


La pista va paralela al embalse hasta llegar a la cerrada de la Herradura, que cruzamos para coger la senda que nos lleva a la Cañada del Mesto. En épocas de sequía, se puede ver un puente en el lecho del embalse, el cual me da la impresión que sería el antiguo acceso a la Cañada del Mesto desde el Cortijo antes de que hicieran el embalse.


Una vez que hayamos llegado al inicio de la Cañada, en vez de seguir por la pista, cogeremos una senda que nos sale a nuestra izquierda, bien marcada por hitos que nos llevará sin ganar ni perder altura hacia el río Guadalentín.


Esta senda la recordaba hace ya algunos años mucho más perdida  que cuando la hice esta última vez. Avanza manteniendo la cota entre el río a nuestra izquierda y las paredes del Puntal de Ana Maria primero y del Raso del Peral después a nuestra derecha. Tiene ligera tendencia a subir hasta situarse debajo del Raso del Peral, donde si estamos atentos se intuye una senda que debe de bajar desde el Cortijo que hay arriba.  A partir de ese punto, la senda cae de manera espectacular al cauce del río, en la zona conocida como el Charco de las Truchas el cual vadearemos para situarnos en la otra orilla, ya que por el lado que vamos, unas paredes nos impiden avanzar




Ya situados en la otra orilla, subiremos unos cincuenta metros más o menos para intentar encontrar una senda y avanzar río arriba, manteniendo la altura, hasta llegar a las paredes de la zona conocida como el Blanchón. Este tramo de la senda es el más confuso puesto que algunas veces se avanza sin senda clara, intentado buscar algún paso de animales. Se cruzan dos arroyos y justo cuando llegamos a las paredes, volvemos a bajar al río, para vadearlo por el llamado Charco de Lenguaciervo.
Conforme avanzamos, nos tenemos que fijar que en el otro lado del rió, a la altura de las paredes, vemos unos prados verdes, que es hacía donde nos tendremos que dirigir una vez pasado el río.
Los vadeos del río no presentan ningún problema especial, salvo que el agua está bastante fría, pero son relativamente cómodos de andar.




Una vez llegados de nuevo al lado derecho del río (sentido ascendente), pasaremos unos arbustos para iniciar un fuerte ascenso, casi vertical, hasta situarnos debajo de las paredes que tenemos encima.


Una vez llegados a las paredes, giraremos hacia nuestra izquierda, en dirección al prado que habíamos visto antes desde el otro lado del río. Parece que pudiera ver un acceso directo al Cortijo de los Chanes y el de la Canalilla, que están arriba, pero no. Unas paredes nos impiden el acceso.



Deberemos entonces proseguir por la repisa, que a media ladera va paralela al río Guadalentín para buscar el mejor acceso a la parte superior.



Durante el avance, parece que a nuestra derecha pudieran haber escapes para acceder a la parte de arriba. De hecho, Juan Carlos Garcia Gallego nos comentó que había conseguido desde la repisa, llegar al pequeño encinar que hay justo al lado de los dos cortijos que he mencionado antes. Nosotros proseguimos la marcha hasta encontrar el paso que buscábamos (hitos) que en un "fácil paso por rocas" nos colocó en la parte superior.




La salida por la parte de arriba, nos deja bastante cerca del enorme vallado que rodea el imponente Cortijo de la Paulera, recientemente rehabilitado y que más bien parece un cortijo de lujo.
Al otro lado, tendremos vistas del Raso del Peral y del bosquecillo de encinas que le antecede.


Nos reagrupamos en la pista de la Cañada del Mesto donde una parte del grupo prefirió volverse a los 
coches y otros decidimos acercarnos al no menos impresionante Vado Carretas, lugar idílico donde los haya, que en primavera y sobre todo en otoño, alcanza su máxima expresión.
Para pasar el Guadalentín algunos tuvieron que utilizar este simpático puente para alcanzar la otra orilla y descansar en las verdes praderas del entorno.



Después de tomar algo, decidimos volver hacia los coches por la Cañada del Mesto; tan bonita y a la vez tan pesada de andar porque siempre te pilla de vuelta de algunas de las excursiones que se hacen por la zona y se te hace eterna.




Longitud: 19 kilómetros.
Desnivel: 400 metros
Duración: 7 horas y media.
Track: si.