sábado, 11 de mayo de 2013

CIRCULAR CALAR DE JUANA

CALAR DE JUANA - SIERRA DEL POZO

FECHA: 4-5-13

Si alguien definiera lo que es una auténtica vereda de montaña sería esta: "la que rodea el Calar de Juana". No sé quienes fueron las que las diseñaron. Si los serranos que por allí vivían, si los ingenieros de montes de aquel entonces para el tema de las repoblaciones forestales, si los pastores. He oído multitud de historias sobre las aperturas de muchas de estas sendas y siempre me he quedado sorprendido de la delicadeza de su construcción; de como aprovechaban las curvas de nivel, de como se apoyaban en los accidentes geográficos, de como sorteaban vaguadas, dolinas, pendientes, etc.
Esta senda tuve la oportunidad de hacerla con la gente del Club Montañero de Murcia de la mano de ilustres montañeros como Juan Carlos Garcia Gallego y otros muchos, que gracias a sus trabajos de investigación, han ido recopilando multitud de sendas olvidadas de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas y plasmándolas en esos maravillosos libros que son los dos tomos de "Excursiones por el sur de España".

Nuestra excursión comienza el Cortijo de los LLanos del Molino (o Cortijo del Molinillo), justo en la cola del Embalse de la Bolera, en el río Guadalentín. De la mano de Diego, el dueño del cortijo que siempre está por allí, y que siempre te resuelve alguna que otra duda y te da algún que otro consejo, partimos a eso de las nueve y media de la mañana.
Se coge el camino habitual que parte por detrás del cortijo, pero en vez de dirigirse por el trayecto normal hacia la Cañada del Mesto que está balizado, a unos 100 metros detrás de la casa elegimos un camino que nos sale a nuestra izquierda.



Al principio avanzamos por un cómodo carril que rapidamente se transforma en una senda que va cogiendo altura progresivamente con la intención de llegar al carril que baja a Arroyo Frio y a Las Acebadillas.


Al llegar al carril, nos incorporamos a él e iniciamos la bajada para llegar al cauce del Arroyo Frio.


Andaremos alrededor de una par de kilómetros por un agradable camino salpicado de impresionantes pinos laricios y pegados al cauce del arroyo.



El camino lo abandonaremos justo cuando la pista comienza a ascender ya con vistas al Guadalentín, por una trocha que nos sale a nuestra izquierda.


Al principio la senda es bastante abrupta ya que al ser una trocha asciende de manera brusca hasta alcanzar, después de avanzar unos doscientos metros otro cruce a nuestra izquierda donde cogeremos la auténtica vereda que nos llevara al Calar de Juana.


La vereda comienza a zigzagar y a ganar altura, pero de una forma muy cómoda. Empezaremos a ver ya claramente todo el Calar del Juana en frente de nosotros y ya empezaremos a tener vistas del otro lado del Guadalentín, con toda la Cañada del Mesto y las paredes del Tranco del Lobo.
Nuestra primera parada la hicimos en el collado de los Aserradores, justo al lado del Cortijo del mismo nombre. Pudiera ser, como su nombre indica, que las labores del Cortijo fuera precisamente la de la saca de troncos y leña, y que toda la senda que vamos a surcar fuera construida para ese fin.



A partir de aquí, comienza para mi la parte más bonita de la excursión, porque la senda empieza a buscar la manera de subir al Calar, pero en vez de hacerlo de una forma rápida y brusca, lo va haciendo progresivamente, apoyandose en los accidentes del terreno. Primero ladeando el Calar, hacia el collado que separa el Alto del Calar del pico del Caballo de las Aguilas, y luego metiendose en la Nava de Don Antonio para alcanzar el perfil del Calar ya con vistas a la Cerrada del Tornillos de Gualay y a las cumbres más importantes de Cazorla y Segura, como la Mesa, el Calarilla,el Banderillas, etc.







Justo en el punto donde la senda comienza de nuevo a bajar ya en la vertiente que da al Gualay, debemos abandonar el camino y ascender directamente por la divisoria en busca del Alto del Calar (1842 m).
La parte del Calar es la típica travesía por zonas calizas donde deberemos buscar el mejor paso posible evitando las dolinas, lapiaces y demás accidentes geográficos típicos de la roca caliza.


Vistas del Cabañas (con manchas de nieve) desde el Alto del Calar. La cima que vemos en medio la Peña Juana (1887 m).


Cumbre del Alto del Calar con el Banderillas al fondo.


Llegando a la Peña Juana.


Desde la Peña Juana seguiremos la marcha hacia el Cabañas con el objeto de llegar a Puerto Pinilllo y coger allí la senda que nos bajará hacia el Guazalamanco. Esta parte es la más complicada por lo abrupto del terreno. Como referencia tendremos unos cortados que anteceden a la cima del Cabañas y es a donde deberemos dirigirnos ya que justo por debajo pasa la senda que viene de Puerto Pinillo y en donde se encuentra la pequeña caseta forestal ya en estado ruinoso.

Senda de Puerto Pinillo.


Caseta forestal de Puerto Pinillo.




La senda de bajada, al igual que la de subida hecha anteriormente, es igualmente espectacular. Avanzaremos por la zona de las Navillas hasta llegar a la llamada Hoya del Saltador. En ese punto, la senda pasa a convertirse en una pista. A nuestra derecha veremos la bajada del cauce (normalmente seco) de un arroyuelo que es el punto de inicio de la senda que se dirige al Cabañas. 
Nosotros avanzaremos por la pista un kilómetro aproximadamente estando atentos a nuestra derecha ya que deberemos abandonarla por un sendero (hitos) que nos bajará de una manera muy rápida hasta el cauce del Guazalamanco. Esta bajada siempre es un tanto confusa. Aunque continuan los restos de la antigua vereda, también aparecen hitos que marcan el descenso por un senderillo; aunque en ambos casos deberemos bajar al cauce para pasar al otro lado.


La senda cruza el río y remonta brevemente la otra vertiente en busca de la Casa Forestal de Prado Arredondo.



Desde el cortijo (y mirando hacia el Guazalamanco) se puede ir hacia nuestra derecha (dirección sur) en busca del Collado de los Helechos para bajar por el arroyo de la Venta camino de El Hornico. En esta ocasión, nosotros optamos por bajar justo en frente, es decir, en dirección al mismo barranco del Guazalamanco. Justo debajo del cortijo (poste indicativo) empezaremos por una senda que se dirige hacia nuestra izquierda, pero que rápidamente se convierte en una pista o trocha grande, que no sé cual será su significado, porque la apertura de ese carril lo hace de manera vertical por terreno incómodo. En cualquier caso proseguiremos la marcha pero estando atentos a nuestra derecha, donde tomaremos una senda (poste indicativo) que nos bajara hasta el cauce del río. Avanzaremos pegados a él, cambiando de vertiente varias veces hasta alcanzar el carril  que nos llevará a la salida para enlazar con la pista principal. En el Guazalamanco disfrutaremos de sus innumerables pozas, cascadas y vados, que lo hacen un lugar idílico.



Vistas del Cortijo del Molinillo, desde la pista de acceso al Guazalamanco, donde se empieza la excursión.



Duración: 9 horas
Distancia: 25,5 kilómetros-
Desnivel: 1.350 metros.
Track: si


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