miércoles, 31 de diciembre de 2014

TRANCOS DEL GUADALENTIN

Tranco de Juan Domingo, Tranco del Lobo y Tranco de la Rajona

28-12-14

Esta excursión va de Trancos. ¿Y que son los Trancos?. Pues muy resumidamente, son pasos casi imposibles entre paredes de montaña para llegar a la parte de superior. 
En esta ocasión nos decidimos a buscar el Tranco de Juan Domingo o de la Cueva de Agua. Es uno de tantos trancos que jalonan las paredes de la Lancha del Almiceran y que conectan la Cañada del Mesto con la parte superior de dicha plataforma. 
Ya conocíamos los Trancos de la Rajona, la Marcolla y el del Lobo. Así que con ayuda de wikiloc y de los consejos de Diego, el dueño del Cortijo del Molinillo, nos pusimos a ello.
Lo peor de hablar con Diego, es que cuando le cuentas lo que has hecho, pues te dice que hay otras tantas opciones más para subir, por lo que prácticamente siempre hay que volver.

Empezamos a eso de las nueve de la mañana, después de haber hecho noche en el Hotel Rural de la Dehesa del Rincón. Aparcamos el coche al final de la pista que te lleva al Cortijo del Molinillo y la primera sorpresa es ver lo vacío que está el Embalse de la Bolera, descubriéndonos ese puente que conectaría, supongo, la Cañada del Mesto con este lado del río, antes de que hicieran la presa allá por los años cincuenta.
Nos cuenta Diego, que el año pasado, por primavera, el embalse estaba igual que ahora pero en un solo día, un tormentón lleno el embalse en solo una noche. Tuvieron que ir los bomberos a sacar a los empleados de la central ya que se quedaron atrapados. Nos dijo que parecía el fin del mundo. Recuerdo que pasamos días después por el Guazalamanco y vi destrozos y corrimientos de tierra que jamás había visto.

Embalse de la Bolera





























Cañada del Mesto, hacia el Cortijo del Raso del Peral.

Cortijo del Puntal de Ana María, con el Picón del Hernandez al fondo.





























A partir del Cortijo del Raso del Peral comienza la investigación. Aunque tenía la ruta grabada en el GPS preferí intentar encontrar el sitio de entrada al Tranco por las referencias que tenía. Así que nos pusimos a ello. Nada más pasar el Raso del Peral, avanzamos por la larga recta que hace la  pista hasta llegar a la primera curva, donde abandonamos el camino y nos adentramos en el pinar - encinar que hay antes de llegar a las paredes. La idea fundamental es ir ascendiendo progresivamente derivando siempre la marcha hacia nuestra izquierda aprovechando algún senderillo o trazas de animales hasta llegar a las paredes, donde debemos encontrarnos con una roca característica donde se encuentra una pequeña cueva con una exigua fuentecilla y una gran hiedra colgada en las paredes de la misma.

Nos vamos acercando a las paredes.



Cueva del Agua que da nombre precisamente al Tranco.


A partir de la Cueva, rodearemos por la izquierda la roca y siguiendo unos hitos empezaremos a remontar la pendiente en busca del Tranco. Pasaremos por algún que otro majestuoso pino laricio colgado literalmente sobre la pendiente.


Y por fin llegamos a la parte más espectacular del Tranco. Una estrecha repisa que corta la impresionante roca y que permite avanzar "cómodamente" por ella para salir a la parte superior de la cresta.






Salida del Tranco por la parte superior, donde podemos tomar como referencia un enorme pino seco.



La incorporación a la parte de arriba de la Lancha del Almiceran se produce a la altura de una vieja caseta de fogoneros.

A la derecha el Calar de Juana, al fondo el Cabañas.


Sierra de Baza desde la Lancha del Almiceran.




Desde la caseta, nos fijaremos hacia el este en la existencia de unas antenas a las cuales nos dirigiremos a través de un pequeño sendero. Una vez pasadas las antenas, nos incorporaremos a un carril por el cual avanzaremos un par de kilómetros por un bonito bosque adehesado de pinos. Cruzaremos un vallado y llegaremos a un cruce donde debemos tomar la pista de la izquierda. Esta pista hace alguna que otra revuelta pero debemos estar atentos a los hitos en algún que otro cruce para llegar a lo que sería el Tranco del Lobo.

Vado Carretas desde el Tranco del Lobo.


Explanada del maqui. Aquí se cuenta la historia del último maqui de la península que se escondió por esta zona hasta que fue abatido por la Guardia Civil allá por el año 1953.


A partir de aquí, y ya sin un sendero claro, remontaremos en dirección este toda la cuerda del Tranco, siempre pegados a las paredes para buscar lo que sería el Pico del Tranco del Lobo con 1.761 metros.
Rebasaremos la cima y estando siempre atentos a los hitos, nos dirigiremos hacia la Repisa, otro plato fuerte del día.
La Repisa del Maqui o del Tranco del Lobo es una acrobática repisa, literalmente colgada sobre el Guadalentín y que da acceso a una impresionante cueva con unas no menos impresionantes vistas de toda la Sierra de la Cabrilla, del Caballo de Acero y de los Poyos de la Carilarga.





Después de dar merecida cuenta de las viandas que llevábamos, comenzamos el viaje de regreso. En vez de volver por el mismo sitio, comenzamos a descender en dirección sur hasta alcanzar un carril que enlaza justo en el cruce que a la ida nos habíamos desviado a la izquierda. Deshacemos el camino pasando de nuevo por las antenas y la caseta de vigilancia para buscar el último Tranco del día, el de la Rajona. Para ello, descenderemos toda la Lancha del Almiceran pegados a las paredes y siempre atentos a los hitos. Pasaremos cerca de la entrada al Tranco de la Marcolla y disfrutaremos de inmejorables vistas, como la del embalse de la Bolera con Sierra Nevada al fondo. 


La entrada a la Rajona es bastante fácil, ya que los innumerables hitos nos llevan prácticamente al pie de la misma.

Entrada al Tranco de la Rajona


Un rápido descenso entre las paredes y una travesía horizontal bajo unos bonitos apriscos, nos permiten colocarnos casi al pie de las mismas. Un último tramo final por terreno descompuesto hace un poco más entretenida la bajada donde en algunos casos nos encontraremos con las hormas de lo que en su día sería una vereda y donde deberemos  estar atentos a unas marcas de color rojo para para encontrar el mejor camino de bajada.



Al final, nos salieron unos 20 kilómetros de ruta, con 1.000 metros de desnivel y con cerca de siete horas y media de duración. Y como no, había que dar novedades a Diego. Le explique por donde habíamos subido y me preguntó que como había encontrado el sitio. Le dije que por internet, en foros y tal, y se me quedó mirando como quien ha visto un extraterrestre. Me dijo que justo en la cueva del Agua, en vez de coger el Tranco que hicimos, si seguimos rectos por el sendero nos iríamos a un nuevo Tranco y que incluso si nos hubiéramos ido hasta el Cortijo del Poyo Trivaldo y en vez de coger la senda, seguimos el curso de una manguera, encontraríamos un nuevo paso al Tranco del Lobo de una manera mucho más impresionante. En fin, nos siguen quedando tareas.

2 comentarios:

  1. El lugar es espectacular y las fotos dan buena muestra de ello. Hay más tarea pendiente,.. es obvio que cuanto más conoces un lugar más te percatas de lo mucho que hay por descubrir y disfrutar y en la Sierra de Segura hay mucho por hacer. Hay que visitar los trancos en primavera tardía, allá por mayo o junio, y poder ver la violeta de Cazorla en flor. En la repisa del Tranco del Lobo hay violetas.

    ResponderEliminar