viernes, 12 de diciembre de 2014

AGUILON DEL LOCO - LOMA DEL CAGASEBO - ARBOLES MONUMENTALES

Aguilón del Loco - Loma del Cagasebo (Sierra de Cazorla)

7 - 12 -2014

Ruta realizada con el Club Montañero de Murcia.

Los arboles monumentales siempre me han impresionado. Solo de pensar que estoy viendo un ejemplar que puede tener 300, 500 o 1.000 años y que bajo sus ramas han pasado miles de vidas y que ha sido testigo de todos los sucesos y hechos que han acontecido en la humanidad en la época contemporánea, me produce una sensación de insignificancia al tiempo que de admiración difícil de explicar.
Los tejos del Barranco de la Cañada de las Fuentes y los pinos salgareños de la Loma del Cagasebo son claros ejemplos de arboles monumentales.

Mañana fría de principios de invierno; casi heladora. Estamos en Cazorla pueblo y toca coger el coche y adentrarnos en el parque. Pueblo turístico donde los haya, este puente de diciembre está a reventar. Me gusta más la sierra de Segura, más tranquila, más sosegada, más auténtica. En fin, es cuestión de gustos.
Subimos el puerto de las Palomas donde todavía podemos ver los estragos del incendio que devoró toda esta parte de la Sierra hace ya unos diez años y que de momento no tiene visos de que se  haya regenerado ni de modo natural ni por la actuación humana.

El Banderillas (con nieve) desde el Puerto de las Palomas.


Nieblas sobre el Embalse del Tranco, al fondo, el Yelmo.


La carretera comienza a descender hacia un primer cruce donde cogemos el camino en dirección al nacimiento del Guadalquivir, primero por asfalto hasta el Puente de las Herrerias; a partir de allí, pista de tierra remontando el Guadalquivir hasta la Casa Forestal de la Cañada de las Fuentes. 
Primero, visita obligada al nacimiento del Guadalquivir, justo en el estrechamiento que hace la pista antes de llegar a la Casa Forestal. No hay un punto exacto, o fuente o una surgencia como en el río Mundo o el Segura que diga que aquí nace el río; depende de la temporada de lluvias. 

Todavía no hay casi nadie por la zona. No es muy temprano pero aún no ha llegado la amalgama de turistas que se esperan para más adelante. Dejamos los coches, y empezamos a remontar la pista hasta alcanzar un cruce donde giramos a la derecha para adentrarnos en el Barranco de la Cañada de las Fuentes.


Comenzamos a ver los primeros ejemplares de pinos salgareños.


Pino breado que usaban los pegueros para sacar la resina y la brea.


Tejo milenario, de más de tres metros de diámetro de tronco y nueve metros y medio de perímetro.




A partir de aquí termina el sendero y nos adentramos dentro del mismo cauce del barranco para, después de avanzar por él unos cientos de metros, empezar a derivar hacia nuestra derecha para ir ganando altura en el interminable lapiaz del Aguilón del Loco y alcanzar así su cresta.

Comenzamos a ganar altura.



Llegando a la cresta, con el pico del Aguilón del Loco al fondo.


El viento era helador. Viento del norte, pero día espectacular de luz. El camino es un tanto incomodo; pendiente a nuestra izquierda y cortados a nuestra derecha. Hay que buscar el mejor paso. Es entretenido.


El pico Empanadas con nieve a la derecha de la foto. Al fondo, la zona nevada de los Campos de Hernan Perea.


En primer termino, el Picón del Guante desde el Aguilón del Loco. Al fondo, Sierra Nevada.


Ahora un poco más cerca.


Y ahora toda la Cordillera de los Agrios, el Aguilón del Loco (donde estoy), el Picón del Guante y el Picón del Rayal. Menudas crestas.



Las vistas desde el Aguilón del Loco son espectaculares. Siempre resalta Sierra Nevada, pero no me impresiona sobremanera. Veo Sierra Mágina que está cerca, más que otras veces porque siempre ando más por la Sierra de Segura. Sigue siendo nuestra asignatura pendiente.

Y el mar de olivos. Y el puerto de Tiscar. Y el pueblo de Quesada. En fin.

Desde la cima, empezamos a bajar hacia el Collado de Trabino, y desde allí, pasar la simpática cresta de la Peguerilla para llegar al Collado Angosto.

En el Collado de Trabino.


Y comienza el espectáculo.

El menda  soy yo en un primer pino muy curioso. Tengo una foto (en papel) de hace quince años en el mismo sitio. El pino no ha cambiado. Yo si.





Tal vez las fotografías no reflejan la magnitud de los árboles pero son impresionantes.


Desde el Collado Angosto, comenzamos a remontar, por una suave pendiente nevada las primeras rampas de la Loma del Cagasebo en busca del Pino de la Entrega y de sus hermanos "menores".








Me faltó, precisamente, la foto del Pino de la Entrega, pero supongo que la emoción del momento no me dejo ver el resto del bosque. Y nunca mejor dicho.

Para la bajada volvemos al Collado y desde allí cogeremos una preciosa vereda que comienza a bajar de nuevo en busca del Barranco de la Cañada de las Fuentes. 
Ahora si. Me pongo en modo "regreso" y me dejo embaucar por los colores apagados de las tardes de invierno, disfrutando del paisaje con la sensación del deber cumplido. Podríamos haber hecho también el Picón del Guante y el Rayal pero seguramente no hubiéramos disfrutado de los enormes pinos salgareños.
Salimos de nuevo a la pista de regreso a la Casa forestal y ahora si que está todo lleno de gente. Se nota que es puente, hasta los zorros se han humanizado. Están esperando a la orilla del camino para que la gente les dé de comer.

1 comentario:

  1. HOla, muy buenas fotos, me ha gustado mucho la entrada. Tiene que ser un lugar espectacular, de los que merece la pena conocer, esos pinos salgareños.
    Un saludo

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